Terapia Humanista Integradora
Es la base de mi trabajo. Parte de la confianza en que dentro de cada persona existe una capacidad innata para sanar, crecer y desarrollarse. A veces, esa capacidad queda bloqueada por el dolor, las heridas del pasado o las exigencias del entorno. La terapia ofrece un espacio seguro donde todo lo que eres tiene lugar: tus emociones, tus pensamientos, tu cuerpo, tu historia, tus vínculos.
Desde esta mirada, combino herramientas de distintas corrientes con el objetivo de acompañarte de forma auténtica, flexible y ajustada a ti.
Terapia Humanista Integradora: qué es, principios y beneficios
La Terapia Humanista Integradora es un enfoque psicoterapéutico que combina diferentes corrientes de la psicología humanista (como la terapia centrada en la persona, la gestalt, la terapia existencial y el psicodrama), con el objetivo de ofrecer un proceso adaptado a las necesidades de cada persona.
Se basa en una idea fundamental: cada ser humano tiene una tendencia natural hacia el crecimiento, la salud y la autorrealización, y la función del terapeuta es acompañar, facilitar y sostener ese camino.
¿Qué es la Terapia Humanista Integradora?
Es una forma de psicoterapia que parte del modelo humanista pero lo integra con técnicas y recursos de distintas orientaciones, creando un marco flexible y adaptado a cada proceso personal.
Más que centrarse en síntomas o diagnósticos, busca comprender a la persona en su globalidad: pensamientos, emociones, cuerpo, relaciones y espiritualidad.
Principios básicos de la Terapia Humanista Integradora
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Visión positiva del ser humano: confianza en la capacidad de cada persona para crecer y transformarse.
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Atención al aquí y ahora: trabajar desde lo que ocurre en el presente para favorecer cambios reales.
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Integración de enfoques: uso de recursos de distintas terapias humanistas y experienciales.
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Relación terapéutica como base: el vínculo entre terapeuta y paciente es el motor del cambio.
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Trabajo en todas las dimensiones: cognitiva, emocional, corporal y relacional.
¿Cómo se trabaja en sesión?
En la práctica, la Terapia Humanista Integradora combina:
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Diálogo y escucha activa, desde una actitud empática y sin juicios.
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Técnicas gestálticas, como dinámicas de contacto y conciencia.
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Trabajo con emociones y corporalidad.
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Recursos creativos y expresivos, como el psicodrama o dinámicas grupales.
El proceso no sigue un guion rígido, sino que se adapta a la singularidad de cada persona, acompañando sus ritmos y necesidades.
¿Para quién está indicada?
Este enfoque es útil para personas que buscan un espacio de autoconocimiento, desarrollo personal y resolución de conflictos emocionales, en casos como:
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Ansiedad y estrés.
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Depresión o falta de sentido vital.
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Dificultades en las relaciones.
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Procesos de duelo o pérdidas.
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Bloqueos personales o falta de confianza en uno mismo.
Beneficios de la Terapia Humanista Integradora
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Mayor autoconocimiento y conciencia de uno mismo.
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Desarrollo de recursos personales para afrontar la vida.
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Mejora en la regulación emocional.
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Fortalecimiento de la autoestima y la confianza.
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Recuperar una sensación de coherencia y autenticidad.
Un espacio para tu crecimiento
La Terapia Humanista Integradora ofrece un espacio seguro y respetuoso donde la persona puede explorar quién es, qué necesita y cómo quiere vivir. Al integrar distintas corrientes, se convierte en una vía flexible y profunda para acompañar procesos de cambio y transformación personal.
