Terapia Humanista Integradora

Es la base de mi trabajo. Parte de la confianza en que dentro de cada persona existe una capacidad innata para sanar, crecer y desarrollarse. A veces, esa capacidad queda bloqueada por el dolor, las heridas del pasado o las exigencias del entorno. La terapia ofrece un espacio seguro donde todo lo que eres tiene lugar: tus emociones, tus pensamientos, tu cuerpo, tu historia, tus vínculos.

 

Desde esta mirada, combino herramientas de distintas corrientes con el objetivo de acompañarte de forma auténtica, flexible y ajustada a ti.

 

Terapia Humanista Integradora: qué es, principios y beneficios

La Terapia Humanista Integradora es un enfoque psicoterapéutico que combina diferentes corrientes de la psicología humanista (como la terapia centrada en la persona, la gestalt, la terapia existencial y el psicodrama), con el objetivo de ofrecer un proceso adaptado a las necesidades de cada persona.

Se basa en una idea fundamental: cada ser humano tiene una tendencia natural hacia el crecimiento, la salud y la autorrealización, y la función del terapeuta es acompañar, facilitar y sostener ese camino.


¿Qué es la Terapia Humanista Integradora?

Es una forma de psicoterapia que parte del modelo humanista pero lo integra con técnicas y recursos de distintas orientaciones, creando un marco flexible y adaptado a cada proceso personal.

Más que centrarse en síntomas o diagnósticos, busca comprender a la persona en su globalidad: pensamientos, emociones, cuerpo, relaciones y espiritualidad.


Principios básicos de la Terapia Humanista Integradora

  1. Visión positiva del ser humano: confianza en la capacidad de cada persona para crecer y transformarse.

  2. Atención al aquí y ahora: trabajar desde lo que ocurre en el presente para favorecer cambios reales.

  3. Integración de enfoques: uso de recursos de distintas terapias humanistas y experienciales.

  4. Relación terapéutica como base: el vínculo entre terapeuta y paciente es el motor del cambio.

  5. Trabajo en todas las dimensiones: cognitiva, emocional, corporal y relacional.


¿Cómo se trabaja en sesión?

En la práctica, la Terapia Humanista Integradora combina:

  • Diálogo y escucha activa, desde una actitud empática y sin juicios.

  • Técnicas gestálticas, como dinámicas de contacto y conciencia.

  • Trabajo con emociones y corporalidad.

  • Recursos creativos y expresivos, como el psicodrama o dinámicas grupales.

El proceso no sigue un guion rígido, sino que se adapta a la singularidad de cada persona, acompañando sus ritmos y necesidades.


¿Para quién está indicada?

Este enfoque es útil para personas que buscan un espacio de autoconocimiento, desarrollo personal y resolución de conflictos emocionales, en casos como:

  • Ansiedad y estrés.

  • Depresión o falta de sentido vital.

  • Dificultades en las relaciones.

  • Procesos de duelo o pérdidas.

  • Bloqueos personales o falta de confianza en uno mismo.


Beneficios de la Terapia Humanista Integradora

  • Mayor autoconocimiento y conciencia de uno mismo.

  • Desarrollo de recursos personales para afrontar la vida.

  • Mejora en la regulación emocional.

  • Fortalecimiento de la autoestima y la confianza.

  • Recuperar una sensación de coherencia y autenticidad.


Un espacio para tu crecimiento

La Terapia Humanista Integradora ofrece un espacio seguro y respetuoso donde la persona puede explorar quién es, qué necesita y cómo quiere vivir. Al integrar distintas corrientes, se convierte en una vía flexible y profunda para acompañar procesos de cambio y transformación personal.